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Categoría: Cadete femenino

Publicado: Miércoles, 07 Mayo 2014 20:53

Tras perder las dos finales en las que nos podíamos haber clasificado de manera directa para el Campeonato de Baleares, llegábamos a las fechas decisivas de la temporada, las de la fase del Mallorca, para muchas de las jugadoras del equipo las más importantes de su vida deportiva. En frente La Salle, Binissalem y San José. Difícil horizonte para un equipo como el nuestro que había jugado muy bien guiadas por su ilusión, pero que cuando se vieron con la clasificación en la mano, fueron vencidas por la presión. A los tres equipos les habíamos vencido durante la liga, sin duda en nuestros mejores partidos. Pero ahora ya no éramos una sorpresa para nadie y eso lo hacía todavía un poco más difícil. Además cuando parecía que teníamos conseguida nuestra meta, la perdimos y ahora tocaba empezar otra vez prácticamente de cero, con lo que hay que ser muy fuertes mentalmente y estar muy unidos para conseguir esa hazaña dos veces.

La clasificación había dictado que jugásemos en casa, lo cual era una pequeña ventaja, aunque en liga habíamos perdido contra San José y La Salle aquí y les habíamos ganado en sus feudos. El primero de los partidos nos enfrentaba a La Salle. El rival no había tenido suerte y venía bastante mermado por las lesiones. A pesar de eso cuenta con grandes jugadoras y desde el principio dejó claro que venían a por la victoria. Sólo nuestro domino en el rebote nos permitía estar en el partido, aunque eso si, siempre por detrás en el marcador. Así llegamos al último cuarto con tres puntos de desventaja. Demasiados nervios, miedo a perder, fantasmas que alejaban la meta de nosotros. Afortunadamente empezamos bien el último cuarto y conseguimos ponernos por delante por primera vez a falta de seis minutos. A partir de ahí las defensas se fueron imponiendo sobre los ataques y el partido cayó de nuestro lado. Nos habíamos quitado un peso de encima y habíamos vuelto a ganar después de un mes sin hacerlo.

En el otro partido de la jornada San José y Binissalem mantuvieron un duelo igualado hasta el final que acabó con la victoria de las primeras, lo que hacía que en la segunda jornada habría un duelo entre los dos ganadores y los dos perdedores de la primera jornada.

La segunda jornada comenzó con otro partido igualado entre San José y La Salle que las amarillas consiguieron romper al final del tercer cuarto y que las azules a punto estuvieron de remontar en el último cuarto. San José se ponía con dos victorias a esperarnos ya en lo que podría ser la final del día siguiente.

Nosotros por nuestra parte nos enfrentábamos a Binissalem, por quinta vez esta temporada, dos en promoción, dos en liga regular y la de hoy. El primer cuarto fue igualado y con muy poca anotación. Binissalem parecía cansado del día anterior en el que realizó un gran esfuerzo frente a San José. Nosotros por nuestra parte lo intentábamos pero no éramos capaces de anotar con facilidad. En el segundo cuarto la cosa cambió y con una buena defensa conseguimos varios robos de balón y salidas al contraataque. Al descanso ganábamos por doce puntos, diferencia que se amplió en el tercer cuarto hasta diecisiete. Parecía hecho, incluso que no íbamos a sufrir, sobre todo al alcanzar la máxima diferencia en el principio del último cuarto cuando nos pusimos veintiun puntos arriba. Pero lo nuestro es sufrir y en cuatro minutos el rival nos hace un trece a cero que deja el marcador a ocho puntos. Tras dos tiempos muertos conseguimos reconducir la situación y llevarnos la victoria final por siete puntos. Nos había temblado la muñeca al final pero ya estábamos ahí, por tercera vez a un partido de lograr lo impensable. Habíamos fallado dos veces, ¿qué pasaría ahora?

La última jornada comienza accidentada con retraso porque no abrían el pabellón. Con media hora de retraso La Salle y Binissalem se jugaban el tercer y cuarto puesto que caía del lado de las palmesanas tras otro partido dominado por la igualdad.

Había llegado, con retraso, la hora de la verdad, el partido más importante para la mitad de las jugadoras de nuestro equipo. Allí nos encontrábamos en el vestuario intentando aunar nuestra ilusión. Nos lo merecíamos por todo lo conseguido hasta aquí, pero nadie nos lo iba a regalar. Intentamos transmitir un pensamiento positivo, que pensaran en lo que iban a luchar, en lo que querían conseguir y que disfrutaran de jugar un partido así, porque es algo que no se juega cada día y por eso hay que aprovecharlo. Parecía que el mensaje había calado, pero distinto fue cuando salieron a la pista. El pabellón estaba abarrotado, como en los mejores días del Leb. El ambiente impresionante, pero el rival nos parecía inmenso, al menos durante los dos primeros periodos. Al minuto cuatro del segundo cuarto el marcador era contrario de 9 a 22. Afortunadamente al descanso nos fuimos con 7 puntos en contra e intentamos hacerles ver que quedaba mucho y que era posible conseguirlo. El tercer cuarto lejos de empezar con una reacción nuestra, comienza con dos canastas de San José que nos ponen de nuevo once puntos abajo. Mal panorama. Algunos ya invocaban a los santos "esto sólo lo puede ganar Santa Rita". Pero de repente todo cambió, a nosotros nos siguió costando mucho anotar, pero ahora a ellas también se le había apagado la luz o nuestra defensa hizo que se le apagase. Pudimos hacer un par de contraataques e igualar el partido. En la última jugada del tercer cuarto un triple sobre la bocina nos ponía por delante por primera vez. Empezaba otro partido y ahora ya no estábamos solos, la grada empujaba con más fuerza que nunca al grito de "Ba-hi-a", e incluso Santa Rita se unió a la causa. Curioso el deporte, los tiros libres que nos habían quitado tanto semanas antes, nos iban a dar la victoria en esta ocasión. Y cuando el último tiro, ya sin opciones, de San José voló hacia nuestro aro, la alegría se desató en el Toni Servera. Lo habíamos conseguido, quien lo iba a decir allá por el mes de agosto, bueno y quien lo iba a decir hacía dos cuartos.

Quiero acabar esta crónica dando las gracias a todos los que nos ayudasteis a soñar desde la grada, porque los que estábamos abajo no podíamos menos que darlo todo por vosotros. Gracias a todos los entrenadores que de una forma u otra habéis colaborado para que este equipo se haya superado día a día. Gracias al infantil por su ayuda a lo largo de toda la temporada, gracias a ellas hemos sido un poco mejores. Y como no gracias al equipo por haber sido una piña, por haber luchado unidas por una misma ilusión, sacrificándoos por conseguirla.

Ojo que parece una despedida, pero no lo es. No hay tiempo ni de respirar y esta semana del viernes 9 al domingo 11 jugamos el Campeonato de Baleares, en el pabellón de Galatxó, junto el Zona Cinc, el Ferrerías del Menorca y el PDV de Ibiza. No puedo prometer que ganemos pero si que nuestras chicas volverán a ser un equipo lleno de ilusión que lo dejarán todo en la pista para seguir creciendo y ser cada día más grandes. Os esperamos.