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Publicado: Lunes, 14 Mayo 2012 19:34

Uno abajo. Buen resultado a priori para afrontar la vuelta, pero no tanto si tenemos en cuenta que a mediados de tercer cuarto la ventaja era de 18 puntos para los nuestros. Pero puestos a ser prácticos, la eliminatoria vuelve a empezar, pero ahora en casa, en un Toni Servera que no ha visto más que triunfos, y casi todos ellos holgados, desde el lejano 23 de mayo del 2010, aquel día en que un magnífico equipo, el Ciudad Real, nos apeaba de las eliminatorias de ascenso. Por tanto, máxima confianza en los nuestros, se la merecen por su trayectoria en estas dos temporadas.

Y si el próximo partido el equipo no estará solo en un Toni Servera que a buen seguro, presentará el lleno de las grandes ocasiones, el pasado sábado, en la lejana Extremadura, tampoco lo estaba. Ni más ni menos que 170 fueron los acompañantes que a las siete de la mañana salían con Air Europa para animar a los hombres de Maties Cerdà en su gran reto. Sin duda, la mayor expedición nunca vista de un club de esta categoría, ya no solo en Mallorca, sino que, casi seguro, en toda España. Y si el grupo destacaba en número, no menos lo hacía en comportamiento e intensidad a la hora de animar, convirtiendo el inmenso pabellón 'La Granadilla' en feudo arenaler. Un diez para todos ellos.

Nos esperaba un gran equipo, el ABP Badajoz, protagonista de un final de liga espectacular que les había permitido entrar en un playoff para que el que casi habían sido descartados. Por parte insular, una baja importantísima, la de Llorenç Llompart que no se acababa de recuperar de sus problemas físicos y veía el partido vestido de calle junto a sus compañeros. Afortunadamente, la otra duda, la de Berto Alzamora, se despejaba y el 'center' del equipo estaba a disposición del míster aunque, eso sí, con casi un mes de inactividad.

Conscientes de la calida del rival y de la importancia del momento, saltaba a la pista el Platja de Palma de las grandes ocasiones. El que a su enorme talento ofensivo une un esfuerzo en defensa que le permite paliar el defícit de centímetros, su gran handicap. Tras la buena, y esperada, salida local, fruto de las acciones individuales de su base Uriz, poco a poco los nuestros iban imponiendo su ritmo y, con Berto Alzamora recibiendo mucho juego por dentro, pasaban a dominar el marcador. Cuatro tiros libres de San Emeterio daban la máxima ventaja hasta el momento con el 15-21 que cerraba el cuarto.

El primer triple del equipo, de Sergio Rodríguez, comenzaba a disparar a los nuestros que, de la mano de un San Emeterio en estado de gracia, no hacían sino aumentar la ventaja en el marcador. Alzamora seguía haciendo daño bajo el aro extremeño y dos canastas seguidas de Riera ponían los quince de ventaja en el luminoso. Un contraataque de Goyo Domínguez daba la máxima ventaja, diecisiete puntos (27-44). Entonces aparecía Lorido que, con cinco puntos consecutivos paliaba un poco la situación de los suyos y dejaba en doce la diferencia (32-44). La cosa marchaba bien. El Platja de Palma era superior y lo demostraba, pero quedaba un mundo como después se vería.

Tras el descanso todo seguía igual. ABP no conseguía reducir la desventaja pese a que ahora encontraba mejores situaciones de ataque que le permitían ir sumando con más fluidez. Alzamora seguía a lo suyo, pero aparecía otro protagonista: Miki Corbacho. Tres triples suyos, uno de ellos con tiro libre adicional, disparaban el marcador que a falta de tres minutos para cerrar el parcial, señalaba la máxima ventaja de los nuestros, los dieciocho puntos que van del 50 al 68. Todo marchaba a pedir de boca, pero un parcial final de 8 a 2 dejaba de nuevo los doce del descanso entre ambos equipos (58-70) y, lo que es peor, daba alas al equipo local. Además, una increíble técnica a Maties Cerdà a pocos segundos del final, atisbaba un giro peligroso en el arbitraje que se confirmaría más adelante.

Y en eso llegaba el último cuarto, el decisivo. La primera canasta era nuestra, pero ABP era otro. Los triples de Félix Ortiz comenzaban a entrar y, con el rebote más controlado Úriz ahora sí podía correr. Además la vara de medir de la pareja arbitral era ya claramente desigual dejando de ver cualquier infracción en la canasta local y sancionando a la mínima el mismo contacto en la visitante. Lorido aprovechaba perfectamente la coyuntura y, a base de ir continuamente al tiro libre, engordaba su casillero. Los nuestros, ante la 'permitida' dureza local bajo los aros, abusaban del triple (0 de 12 este cuarto) y poco a poco la ventaja iba menguando. Nueve puntos (70-79) separaban a ambos equipos a falta de algo más de tres minutos. Cinco puntos seguidos de Ortiz obligaban a pedir tiempo a Maties Cerdà con 1:18 por jugar. El receso no surtía efecto y a una nueva pérdida de balón se sumaba una antideportiva a Goyo Domínguez que solo pudo pasar por la imaginación de los colegiados, del colegio local por cierto. Se había entrado en el último minuto y ABP aprovechaba perfectamente el 'regalo' anotando los dos tiros libres para empatar el partido, completando la jugada con un triple de Ortiz en la posesión posterior que ponía el 84 a 81 en el marcador, impensable pocos minutos antes. ABP culminaba un parcial de 16 a 2 que había volteado la situación.

La última posesión visitante finalizaba con dos tiros lbres para Goyo Domínguez que, siguiendo la pésima dinámica final de su equipo, salían despedidos del aro con la fortuna de que el segundo, tras varios contactos, daba un fuera de banda para el Platja de Palma a falta de 7 décimas para finalizar. La pizarra de Maties Cerdà funcionaba a la perfección y dejaba solo a Alzamora que anotaba una canasta que no permitía ganar pero que sí podría ser importante.

Se había perdido el partido pero, sobre todo, una ocasión para sentenciar la eliminatoria. Eso queda para el próximo sábado.

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