Noticias por equipos 2011-2012
Diario del campeonato: día 1
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- Categoría: Cadete femenino A
- Publicado: Domingo, 27 Mayo 2012 17:01
Sábado 13 mayo. 13 h.: Como había sido acordado en el último entreno allá unen los mostradores de Air Europa, nos fuimos encontrando poco a poco, llenando de color verde el aeropuerto palmesano. La pregunta de todos era la esperada: "anda ¿y por qué el color verde de tu polo es más claro que el nuestro". Ante la evidencia de la respuesta tuve que inventar otra con un poco más de ingenio (la talla no tenía nada que ver): "lo lavé y se me descolorió".
El grupo tardó en completarse porque tanto Alfredo como Jordi Junior tardaron en llegar al lugar de encuentro. Ya se sabe, el maquillaje, las cremas y demás potingues, que si me pongo esto o aquello otro... Por fin estábamos todos, animados por Jordi S, quien como si fuese una tuna universitaria, entonaba las primeras notas de las canciones de nuestra afición. Vamos que no nos miraba nadie.
Tras el distinguido concierto, y algún que otro pio pio, en recuerdo de los caídos, decidimos pasar los controles. Algunos con pinta uno poco más de delincuentes, como la Roci y un servidor, tuvimos que sufrir un chequeo en toda regla. A mi no me encontraban nada, ni yo sabía lo que podía ser, hasta que recordé el imperdible de los calzoncillos que había colocado sustituyendo el botón que se me cayó. A la Roci debío sonarle el pircing.
Llegados a la puerta de embarque, las chicas dieron buena cuenta de los bocatas que traían de casa. Y como suele decirse, en casa del herrero cuchillo de palo, ahí estaba Jordi Jr tomándose un bocata de queso sin queso de esos que te dan en los aeropuertos, bueno te los dan por una pasta gansa. En estas nos dimos cuenta que como había predicho Ángel, teníamos retraso. Richard que está en todo, nos avisó que serían entre 20 y 30 minutos. Que crack, lo clavó. Y todos al avión. Era pequeño y aún la mitad de los asientos iban vacíos por lo que yo me extendí, todo lo largo y ancho que soy. Ahí se acabó el bienestar y comenzaron las turbulencias. Ya lo había predicho Jordi hijo cuando dijo aquello de: "será un vuelo tranquilo, hace buen tiempo". Ole el profeta, que sufrimiento, cuanto movimiento, que mareo y todo ello amenizado por la melódica voz de la Capi Ainhoa que nos animaba: "se rompió el motor, mira el ala partida, un trozo de puerta volando...". Quin viatge.
Las emociones no acabaron. En el aeropuerto de Zaragoza estaba la madre de Anto a la espera. Que tía esta, una hija Campeona de básquet y la otra de voley (y su marido entrenador campeón de fútbol alevín). Junto a ella estaba el conductor de bus, hombre bajito, con larga barba, chupa y pinta de motero y un despiste de tres pares de... Nos costó encontrar la puerta del aeropuerto, después las llaves del bus y por fin la carretera. Al final dimos con Barbastro, pero entonces surgió el problema de encontrar el impresionante Hostal del general Palafox. Buen nombre para empezar la batalla. Vimos bien el pueblo ya que no había manera de centrarnos. Por fin lo encontramos. Reparto de habitaciones y a dar un paseo de reconocimiento o de cansancio para dormir bien. Las deles y un servidor cansados tuvimos que recostarnos en un banco mientras las jugadoras inspeccionaban el terreno. Bueno las deles tb se me fueron a ver tiendas, deporte favorito del género femenino.
La cena, bantante casera, la recibimos en el hotel Clemente, que como su nombre indica fue clemente con nosotros a la hora de aguantarnos. Estábamos clavando el cuchillo a las albóndigas cuando apareció el Ros Casares, muy altas, pero no asustaban. Bueno un poco sí, porque hasta el utilero era alto en ese equipo.
Noche musical, festival de Eurovisión, bajo un calor clamoroso. Aunque el sueño ya atacaba, el deseo de ver a España era mayor. Cuando cantó la Pastora, una gran ovación resonó por todo el hostal como si el general Palafox volviese con sus caballos a la batalla. Y llegó la hora de ir a la cama. Concentración máxima: "mañana será un día especial, una oportunidad de esas que se tienen muy pocas veces en la vida, mucha gente estará pendiente de vosotras y no les podéis fallar". Y partimos al descanso, con gran silencio, bueno... Con las chicas en la cama, fuy convocado a una reunión de padres, en un local al lado del hostal. Las madres prefirieron dedicarse a adorar a Morfeo. Acabada la reunión marché hacia la cama pero eh aquí la sorpresa, que descubrí fiesta nocturna en una de nuestras habitaciones. Decidí llamar a la puerta para ver si me invitaban, pero no pusieron muy buena cara con lo que les dije que al día siguiente hablaríamos de pasar ratos de diversión compartida.