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Publicado: Lunes, 22 Marzo 2010 21:26

22/03/10 - Derrota del Palma en Castellón en la que era su salida más complicada hasta final de liga y previa al partido decisivo del próximo domingo a las 16:30 contra el líder Gandía. De todos modos, la ventaja final, 16 puntos, no refleja lo acontecido sobre el parquet del "Ciutat de Castelló" ya que la igualdad fue manifiesta hasta el meridiano del cuarto final en que los locales aprovecharon la situación para estirar el marcador hasta el 90-74 final.

El partido respondía al guión previsto y el primer cuarto reflejaba la igualdad de fuerzas entre dos de los equipos punteros del grupo. El cambio a zona de los insulares al principio de segundo cuarto sorprendía a los locales y en dos minutos, gracias a un parcial de 0-9, alcanzaban los psicológicos diez puntos de ventaja, 14 a 24.

El partido se ponía bien para los de Matías Cerdà que además veían como su máxima amenaza exterior, García Flores, estaba ya en el banquillo con un esguince de tobillo. Dos triples consecutivos de los locales les daban vida y les metían en el partido nuevamente. La mayor calidad de los jugadores del Palma, explotando continuamente el uno contra uno, les mantenía por delante pese a que Terrén había asumido el mando por los suyos y les mantenía a tiro. Al descanso se llegaba con tres puntos de ventaja, pero con la impresión que el ritmo del partido era de los palmesanos.

Pero algo cambió en la segunda mitad. Los locales eran conscientes de sus problemas para parar a los jugadores del Palma y salieron dispuestos a morder en defensa. Esta agresividad, rayando la ilegalidad en cada acción, daba sus frutos gracias, en parte, a la condescendencia de la pareja arbitral que permitía todo tipo de contactos, a todas luces, ilegales. Todo ello descentraba al Palma que ya no veía, o no le dejaban ver, la canasta. Los locales culminaban la remontada en el minuto 25 y obtenían una delantera que ya no abandonarían hasta el final.

Se entraba en el último cuarto con las espadas en todo lo alto. Dos puntos arriba para los locales, pero con la confianza de haber tomado el mando del partido y haberlo llevado a su terreno. Si Terrén les había aupado hasta allí, los interiores Ruiz y Tortajada, de lo mejor de la categoría, tomaban el relevo y machacaban al Palma donde más le duele, bajo los aros.

El Palma no se rendía, pero sus esfuerzos no se veían compensados pues la pareja arbitral no quería ver nada bajo el aro local y la ventaja se iba incrementando. Una injusta técnica a Matías Cerdà, uno más de los despropósitos arbitrales, sacaba del partido al Palma que, desquiciado, veía subir desproporcionadamente la desventaja en unos últimos cinco minutos para olvidar.

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