Detalles

Categoría: EBA

28/03/10 - La inexpugnabilidad de la que hacía gala el Toni Servera en la presente temporada quedó diluida como un azucarillo con la visita del líder Gandía, que en el último cuarto liquidó al Palma al tiempo que se proclamaba matemáticamente campeón del grupo E. Un título que celebraron sus componentes con efusión pese a la futilidad del mismo.

Dos objetivos tenían los de Matías Cerdà en el encuentro de esta tarde. El primero y más importante, vencer por 12 o más puntos para optar a la primera posición del grupo a la espera de un tropiezo del Gandía, o en su defecto, y como segundo objetivo, vencer por un margen menor para asegurarse en un alto porcentaje la segunda posición. Ni uno ni otro. El Gandía demostró el porqué seguía siendo el líder y el porqué contaba sus partidos por victorias pese a la amarga situación que tuvo que vivir hace un mes y que le dejó al borde del KO.

Ante un rival que juega, por necesidad, básicamente con cinco jugadores, el planteamiento de los locales era, lógicamente, imponer un alto ritmo de juego que fuese minando la resistencia física del Gandía. El guión del primer cuarto seguía a rajatabla el planteamiento. Ritmo infernal, defensas inexistentes y porcentajes de escándalo. 3 minutos y más de 20 puntos en el marcador, 9 a 12. Un 9-0 local daba el mando al Palma que cogía la delantera con ventajas cortas pero que no despegaban a los visitantes. Seis puntos de diferencia, 28-22, cerraban el primer cuarto. El Palma había llevado el partido a su terreno. 

Pero si alguna vertiente positiva  tiene jugar con cinco hombres, esa es la de la confianza de los protagonistas. Y si a eso añadimos la calidad de los mismos, de los mejores quintetos de la categoría, tenemos un rival muy duro de roer. El Gandía aprovechaba las facilidades de la defensa local y con continuos uno contra uno se mantenía tranquilamente a rebufo en el marcador.

En el segundo cuarto parecía que el Palma rompía el marcador. Un triple de Sergio Rodríguez daba la ventaja psicológica de los 10 puntos, 37 a 27. Rubio paraba el partido con un oportuno tiempo muerto y los suyos, con un porcentaje de tiro extraordinario, no tardaban en volver a engancharse al partido. Pasaban los minutos y el Palma no conseguía distanciarse en el marcador aumentando con ello su ansiedad lo que aprovecha perfectamente el Gandía que se retiraba al descanso bien situado. El 51 a 47 del marcador dejaba bien a las claras que las defensas seguían brillando por su ausencia de lo que sacaba más rédito un Gandía que no se cargaba de faltas, uno de sus grandes temores.

El tercer cuarto, el que debía marcar el despegue de los locales como tantas otras veces, seguía el guión de igualdad del cuarto anterior. El Gandía se encontraba cada vez más a gusto en la pista y, de la mano de su pareja de base Alvarado y Guía, siempre encontraba la mejor opción en ataque ante una escasa oposición del Palma que, estaba claro, no tenía su mejor día en defensa. El cuarto se cerraba con las espadas en todo lo alto, empate a 73, pero con la sensación de que el Gandía no sufría el desgaste esperado y que se plantaba en el cuarto definitivo con todas sus armas afiladas. Las faltas, 10 en 30 minutos, tampoco eran problema.

Y llegó el cuarto definitivo y la debacle del Palma. Bastaron dos canastas iniciales de los visitantes para que los jugadores locales se descentrasen totalmente y entrasen en un juego lleno de precipitaciones en ataque. De ello se aprovechaba el Gandía que poco a poco iba aumentando su ventaja sin que los cambios defensivos de Cerdà diesen ningún fruto. El Palma estaba 'groggy' y ni la salida de un renqueante Berto García, duda hasta el último minuto, cambiaba el panorama que llevaba al Gandía a su máxima ventaja, 19 puntos, en su última posesión y que le certificaba una merecida victoria que le daba la primera posición de cara a los playoff.

Estadística partido